Por Wallace Leray, de la Agência Mural*
Aproximadamente 30 personas LGBT participan en las actividades que involucran convivencia, respecto y representatividad
El Basquete&Autonomia surgió hace tres años con el objetivo de promover el acceso al deporte por iniciativa de un grupo de amigos de la periferia de Capão Redondo, en la zona sur de São Paulo. Apasionados por baloncesto y con la percepción de que es necesario reflexionar sobre las relaciones en el deporte, el colectivo unió fuerzas para que la diversidad y la igualdad ganaran más espacio en las canchas.
“Ya nos encontrábamos en las canchas de baloncesto de la periferia, solo que me daba cuenta de algunos comportamientos extraños que nosotros no compartíamos. Decidimos armar un grupo para reunirse y entrenar. Nosotros por nosotros. Ya que no nos sentíamos en casa en ciertos espacios”, cuenta Lincoln Péricles, 29 años, uno de los organizadores del colectivo.
Los primeros entrenamientos tuvieron lugar en una cancha del CEU Feitiço da Vila, en la Chácara Santa Maria. El suelo era de adoquín, casi no se podía practicar ejercicio, pero con el tiempo, lograron revitalizar el lugar. En el comienzo, los entrenamientos eran abiertos a todos. Ya en el primer día estuvieron presentes alrededor de 40 personas.
Hoy, las actividades reúnen 30 personas y tienen lugar por lo menos tres veces al mes, en Parque Santo Dias y también en la Escuela Estadual Reverendo Jacques, todo financiado con el propio dinero de los organizadores. Hace un año, tomaron la decisión de dirigir los entrenamientos solo para la población LGBT.
De acuerdo con el presidente del equipo, optaron por concentrarse más en el público LGBT por un motivo: identificaron la necesidad de centrarse en estas personas que históricamente han encontrado obstáculos para tener acceso a la práctica de deporte y también sirviendo de enseñanza didáctica.
Lincoln dice que de vez en cuando ellos hacen algunos eventos abiertos para el público general, y cuando los chicos menores y incluso los adultos ven a las chicas trans entrenando, se cree que esto se convierta un movimiento didáctico también en aproximación y entendimiento sobre las experiencias de unos a los otros.
Según él, es más fácil para un hombre heterosexual practicar el deporte, porque desde pequeño fue culturalmente instaurado a eso, pero tener personas homosexuales en la cancha rompe paradigmas y nos hace reflexionar: “Eso hace que ellos piensen porque no habían visto esos cuerpos”, finaliza.
Francineide Bandeira, 22 años, organizadora y productora cultural, nunca había jugado baloncesto antes de participar en el colectivo. Hoy, reconoce diversos aprendizajes y la sensación de no sentirse más sola. “Me siento tan a gusto al estar en la cancha. Quedo pensando cómo era diferente mi cuerpo antes y como me siento actualmente. “Es sobre estar físicamente mejor y también la sensación de pertenencia, con buena autoestima, cómoda con tu cuerpo, y eso se junta con la sensación física”, ella desahoga.
De acuerdo con Francineide, la identificación entre las personas que juegan en el equipo es uno de los diferenciales. “Para mí, estar con otras personas LGBT en la cancha de baloncesto es increíble, el cuerpo queda más ligero intercambiando experiencias con otras personas que pasan por las mismas cosas que tú. No se tiene que estar cambiando la manera en la que se habla o de la manera en que tu cuerpo va a estar allí”, cuenta.
Priscila Regina, 35 años, educadora física, es una de las profesoras del proyecto. Para ella la propuesta da la sensación de seguridad para algunas personas que se sienten excluidas de la sociedad. “Es el espacio de placer, realización, de empatía, comprender el otro. Para mí es como si fuera un hijo, andando en el mundo, siendo lo que él quiera ser, sin miedo de ser juzgado o sufrir algún tipo de bullying”, dice.
Gabe Rodrigues, 18 años, artista, llegó al equipo a través de una amiga de la escuela y cuenta que en Basquete&Autonomia encontró un refugio. “Autonomia significa un rescate. Sufro de depresión y, durante las crisis de ansiedad, el deporte es el camino para no caer en ello. Ahora estoy practicando para curarme”, revela.
¡La oportunidad de tener experiencias como estas puede estar más cerca que parece! Pruébalo participando en el Día del Desafío. La campaña se lleva a cabo todos los años en el último miércoles del mes de mayo. Son más de 3 mil ciudades que participan en Brasil y en 13 países del continente americano como Argentina, Chile, Cuba, México, Republica Dominicana, Uruguay y Venezuela. ¡Conozca más!
*Serie de reportajes producida por Agência Mural de Jornalismo das Periferias, que tiene como objetivo minimizar la falta de información y contribuir para la deconstrucción de estereotipos sobre las periferias de Grande São Paulo.