Nos hemos acostumbrado a poner excusas de que es sólo una falta de voluntad o de hacer del deporte una prioridad.
¿Imaginemos la escena? Amigos en una animada reunión, charlando sobre amenidades cuando Pepe (todo el mundo conoce un Pepe) dice “¡Oh, no me gusta cepillarme los dientes”.
¿Cómo reaccionan los interlocutores?
Pero ¿qué pasa si Pepe dice “ah, detesto la actividad física”?
Es cuando invertimos las situaciones que percibimos cómo nuestro comportamiento puede ser tan diferente para los hábitos que influyen tanto en nuestra calidad de vida. Un estilo de vida sedentario puede ser tan perjudicial para la salud como el descuido con los dientes.
El hecho es que nos acostumbramos a poner excusas que sólo puede ser la falta de voluntad o hacer del deporte una prioridad. Essa matéria do Ideas.TED trata de eso. El texto “Cómo ejercitarse, cuando esto es lo último que quieres hacer” lista 5 excusas que las personas expresan cuando no quiere hacer actividad física.
Si usted reconoce estas excusas como suyas o se da cuenta de que alguien cercano a usted tiene estas reacciones y pensamientos, aproveche que el Día del Desafío se aproxima con muchas oportunidades para ayudarle a dar el primer paso. Hay muchas opciones gratis en la programación que se realizan en más de 3000 ciudades en todo el continente americano.
Veamos las excusas:
Excusa 1 – “No tengo tiempo para ejercitarme”
Corrección: Es muy probable que sí tenga tiempo. La verdade es saber cómo usarlo.
La cuenta la muestra Ideas.TED: la semana tiene 168 horas. Incluso descontando 56 horas para dormir y unas 50 para trabajar, aún quedan 62 horas. Es posible que se puedan incluir unas horas de actividad física, ¿no?
Si empieza a pensar sobre el tema aproveche para dar el primer paso y convénzase de una vez. Luego, vaya a la práctica: elija la actividad, haga su matrícula (o escoja algo que no necesita un gimnasio), planifique su semana y empiece.
Para darse ánimo, invite a un amigo. Siempre conocemos a alguien queriendo empezar a ejercitarse, pero no se ha animado por falta de estímulo, ¿verdad?
Excusa #2- ¡Ay, se está tan bien en casa! ¡Pero la semana que viene empiezo!
Corrección: ¡Ya está en esa semana!
¿Quedarse en el sofá o levantarse y dar una vuelta en el Parque? Aunque sabemos que hacer actividad física es de nuestro interés, la comparación no es válida.
El presente está aquí. Es real, tiene brazos fuertes con los que es muy fácil alcanzar el control remoto. Mientras el futuro, está tan lejos.
Así que, ¿cómo lidiar con este conflicto? La respuesta es simple: proyectarse en el tiempo. Bueno, no es sencillo, jejeje, pero la idea es imaginar cómo estará y cómo se sentirá después de incluir actividad física en su rutina diaria. ¿Cómo será su disposición en un mes? ¿Y en dos años? ¿Y después de veinte años? :0
¡Piénselo y ande! La TV estará esperando cuando vuelva.
Excusa #3 – “Prefiero leer/oír podcast/ver series en lugar de hacer ejercicios físicos”
Corrección: Haga las dos cosas al mismo tiempo.
El texto de Ideas.TED cuenta que la científica Katherine Milkman, de la Wharton School of Business reclutó a gente que quería ejercitarse con el fin de hacer una investigación. La mitad del grupo recibió audio libros que sólo se podían escuchar en el gimnasio. A la otra mitad se le dio vale compras. Resultado: el grupo de audio libro se ejercitó mucho más.
La idea es añadir algo que le encantaría hacer a una actividad que no le gusta tanto. Si le gustan las series, descargue unos cuantos episodios para verlos mientras camina. Si prefiere la literatura, siga la indicación de la científica. Si usted está disfrutando de podcasts, “guarde” los episodios para escuchar mientras se ejercita y crea para sí mismo la regla de que sólo puede hacer esas cosas interesantes mientras se ejercita.
“Grupo de tentación” es lo que llama Milkman a este emparejamiento de una actividad agradable con un hábito deseado. Pero se puede llamar incluso inspiración.
Excusa #4 – “Estoy fuera de forma, y me da vergüenza ir al gimnasio”
Corrección: ¡No sea tan duro consigo mismo!
¿Qué es estar en forma? Podemos decir que es estar en un cierto patrón preestablecido. Pero hay buenas razones para no preocuparase de ajustarse a este. Somos diferentes, cada uno con su forma de ser, su cuerpo, sus características personales y esta diversidad es muy rica, así que usted no tiene que limitarse. Si se permite y no se preocupa con lo que los otros piensan, puede hacer lo que quiera.
Es importante, sobre todo, apreciarse y respetarse tal cual uno es y entender que todos somos diferentes. Sin embargo, si usted quiere incorporar cambios en su vida, ¡adelante! Lo ideal es que estos cambios no sean establecidos desde algo que fue impuesto y se basen sólo en la estética. Si es así, el ejercicio puede convertirse en una tortura.
Por el contrario, debe verse como un recurso utilizado por todo el mundo que gusta de sí, independientemente de la forma de su cuerpo. Empiece ocupando los espacios, incluyendo aquellos reservados a actividad física – después de todo pertenecen a usted. Vaya al gimnasio. ¡Vaya a bailar! ¡Pedalee! ¡Vaya a nadar cuando desee! Encontrará seguridade en sí mismo(a).
Excusa #5 – “Cuando pienso en el entrenamiento, me encuentro sudando, adolorido y me desanimo”
Corrección: Por favor tenga en cuenta a tu atleta favorito y reflexione.
Apuesto a que ha visto a un atleta olímpico frunciendo el ceño antes de la competición. Él (o ella) se concentra previendo el rendimiento que tendrá en unos minutos (o segundos). Muchas cosas vienen a la mente en ese momento, pero se concentra en cumplir la tarea. Cuando una persona se centra en una meta, encuentra mayor motivación y supera cualquier dificultad que pueda ocurrir en el proceso.
Hacer cambios puede ser difícil al principio, por supuesto, ¡su cuerpo necesita tiempo para adaptarse y eso implica que sienta alguna molestia!! ¡Hagamos un paréntesis para recordarle que usted necesita ver a un médico antes de comenzar una actividad física y ¡siempre debe tener un seguimiento de un profesional de educación física!
No olvidar que después del malestar viene el placer, que tiene explicaciones científicas incluso. La práctica de la actividad física libera hormonas que brindan satisfacción y relajación. La sugerencia, por tanto es: ¡mantener la meta! Al principio puede ser incómodo, pero pronto se sentirá tan bien que no recordará que un día fue tan difícil.
Luego, se puede dar cuenta que si cambiar los hábitos puede ser difícil al principio, es una oportunidad para desarrollar, reencontrarse y mejorar la calidad de vida. Romper tabúes, repensar sus acciones y revisar conceptos. Ya sabe qué hacer, solo cambiar la clave y poner en práctica. Recuerde que el Día del Desafío está llegando para ayudarle con eso. Póngase el día 30 de mayo como uNa meta para el comienzo de una rutina más saludable.
Nos hemos acostumbrado a poner excusas de que es sólo una falta de voluntad o de hacer del deporte una prioridad.